El 21 de marzo de 2014 regresé a uno de los lugares más emblemáticos de mi vida. La Quinta Gameros siempre fue un sitio para escuchar música, escritores con más experiencia, actores, y varios artistas más. Cada "Semana del Humanismo" de la facultad donde estudié se tuvo la oportunidad de gozar y sufrir organizando la atención a los invitados de los eventos.
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¿Qué buscaban los organizadores? Mostrar que el arte es para todos. Y en una casa llena de figuras humanas, desnudos que llevan más de 50 años observando la calle y la gente cambiar. Extender esa dicha por el arte y el placer erótico. Sin retar a nadie, solo compartir el cómo el arte ha evolucionado con el resto de la cultura..
Tuvimos la oportunidad de platicar con el poeta que apadrinó el evento. Israel Gayosso en una clase Magistral donde se nos hablaba acerca de cómo crear y mejorar nuestros textos.Y fue cuando más me entretuve conociendo lugares que en ocasiones anteriores no me fueron permitidos.
Se supone que este año debería haberme quedado del lado de los que llegan como invitados. Pero me fue imposible. La magia regresó y no me dejó en toda la noche. Pude grabar parte de lo que se vivió en el evento principal y les estoy compartiendo dos de los más cercanos al objetivo aunque hubieron más que se leyeron en la apertura y que fueron colgadas en las rejas del centro cultural.
Autor: Oswaldo Calderón (Delicias, Chihuahua)
Prosa Lírica
¡Que poeta no conoce de las flores y de los amores, de los soñadores y de sus inmerecidos candores! Como los verdugos y flagelos, de toda la carne e íntima parte, de los susurros demoniacos de un amante. Ve y tráelo alma vaga de verano, ve y róbaselo a la desolación, a los rumores de una traición; alcanza al querubín que vive de mi desgracia, ¡Oh pobre alma, con sus amores hechos para morir, para verlos dormir en el lecho de los apagados sabores de piel inocente!
Autor: Alejandra Enríquez (Chihuahua, Chihuahua)
Poesía Abstracta
Tengo un precedente
de tu sonrisa grabada
en mi pupila izquierda
y la mitad de tu cuerpo
bordada en el tacto
de mi mano derecha.
Poesía Narrativa
“¡Te atrapé para siempre!” quise decirte esa noche entre la gente.
El vino caminaba en las copas de los invitados, la casa brillaba, tú no estabas.
Las felicitaciones fueron un chocar de olas en la playa vacía.
Por menos de mil y una noches, atrapé al Kraken con una red de palabras.
La novela por la que todos brindaban. Tu historia y la mía.
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