Teniendo otras experiencias pendientes de compartir, voy a tener que dejar solo esta, llena de recuerdos y esperanza. 

Una tía abuela lo hacía, me enseñaron mis tías acompañadaspor mi abuela y aunque pretendí que no me interesaba, Esta receta se quedó en el fondo de mi corazón hasta que fue necesaria. Y como creo que el conocimiento de las cosas útiles debe compartirse. Pues aquí les dejo la nota. 

Lo primero de todo es lavarlas.

A continuación, las pondremos en una olla con agua y dejamos hervir unos 5 minutos, tras y luego tiramos el agua y escurrimos.

Repetimos esto dos veces mas para quitarle el amargor, aunque puedes repetir mas veces, lo malo es que también se va perdiendo el sabor.

Yo acostumbro cocer solo dos veces, una ya con un toque de azúcar. 

A continuación, se pone a partes iguales en peso, piel de naranja, agua y azúcar, con un fuego muy bajito para que se vayan confitando, hasta que evapore la mayor parte del agua. 


Si tienes suerte y no tienes muchos golosos en casa podrás conservarlas en un tarro de cristal cerrado para usarlas es postres o tomarlas tal cual.

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Puedes también fundir un poco de chocolate y bañarlas. 


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