Con el propósito de fortalecer los vínculos entre la comunicación y la difusión del patrimonio cultural, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en coordinación con Casa Chihuahua Centro de Patrimonio Cultural, realizaron el "XI Taller de Periodismo y Patrimonio Cultural Chihuahuense la “Difusión del patrimonio desde la museografía. El manejo de la información para exposiciones”, el miércoles 28 de mayo. de 16:00 a 18:00 horas.
Al respecto Jorge Meléndez Fernández encargado de la Fototeca INAH Chihuahua desde 2016, investigador independiente y divulgador de la fotografía histórica en el Estado de Chihuahua
habló sobre la valoración de la fotografía como documento histórico que registra bienes y actividades culturales, juega un papel destacado en la elaboración de las historias locales y regionales.
La fototeca del Centro INAH Chihuahua está afiliada al Sistema Nacional de Fototecas (SINAFO), la red más grande de su género en Latinoamérica, institución cuyo objetivo es la conservación de fotografías, acción relacionada con la investigación, difusión y utilización respetuosa de la imagen. Así, esta fototeca se estableció el 24 de junio de 1994 con la premisa de rescatar fotografías del Chihuahua antiguo e incluir el acervo producido por las investigaciones del Instituto.
.A través del archivo fotográfico es posible percibir lo que podríamos llamar entretomas, observando el contexto que ha moldeado a nuestras comunidades y los trasfondos que han marcado el camino de nuestros espacios al comparar lo que se ve, con lo que se sabe de las situaciones de cada época. ¿Desde dónde se tomó la foto? ¿Qué personales salen? ¿Qué monumentos y cuál es su aspecto? ¿Cuáles "faltan" según nuestra perspectiva y por qué? son parte del reto para quien trabaja con este acervo. Las tareas de conservación y catalogación en la Fototeca permiten esta profundidad de lectura y su difusión en diversas colecciones dispuestas a préstamo para exposición.
El crecimiento de la ciudad de Chihuahua y el incremento de la actividad comercial abrió oportunidades a quienes pudieran insertarse en el sistema capitalista, apoyados en la introducción del ferrocarril que comunicaba con la Ciudad de México y Estados Unidos de América. Entre los muchos comercios establecidos por esos años estuvo el del fotógrafo Bartolomé Velarde Seoane, quien durante más de veinte años retrató a los chihuahuenses, registró sus actividades y espacios vitales.
Los álbumes fotográficos de la época, explicó, constituían objetos únicos y de lujo, ya que estaban especialmente diseñados y personalizados. En ellos, las mujeres conservaban, bajo cerradura o broche, tarjetas de visita e imágenes de eventos especiales, como bodas, y también de sus familiares y amigos.
El gabinete de fotografía era el lugar al cual se acudía para retratarse en el siglo XIX; contaba con diferentes espacios según las posibilidades del fotógrafo: la clientela era recibida en una sala; ahí elegía formatos en los muestreros y observaba trabajos terminados, así como fotografías en venta; en la galería se tomaban los retratos y en el cuarto oscuro se revelaban e imprimían las imágenes. Operaba con el auxilio de la familia del fotógrafo, algún ayudante o aprendiz del oficio. En algunos casos vendían materiales y aparatos para fotografía.
Hacia las últimas décadas del siglo XIX, la mejora tecnológica que la industria fotográfica desarrolló en cámaras, óptica para los lentes, sensibilidad de las placas negativas y papeles para impresión posibilitó las tomas exteriores en menor tiempo y mayor calidad. Los motivos vinieron de la tradición pictórica del paisaje en las fotografías panorámicas y del grabado de tipos populares. Estas fotografías fueron empleadas y .en diferentes formas; sus autores proveyeron al amplio mercado de la estereoscopía y la creciente industria de impresos con fotografías.
El desarrollo de las impresiones fotomecánicas permitió incorporar fotografías con menor dificultad en libros e incluso junto al texto, de esta manera la última década del siglo XIX proliferaron publicaciones periódicas como las revistas ilustradas y periódicos con fotografías. Anteriormente los álbumes y libros insertaban impresiones de fotografías, grabados en madera o litografías basados en fotografías, pero fueron los procesos fotomecánicos como el fotograbado en placas metálicas los que permitieron trasladar con mayor fidelidad la imagen original.
Así, el avance de la tecnología y el interés por compartir las experiencias comunitarias e individuales ha avanzado hasta nuestros días. Eso ha permitido reproducir y analizar las fotografías de aquellos primeros años buscando preservar las originales, cuyos materiales son vulnerables a la exposición a la luz, el desgaste por uso y el paso del tiempo. Lo que causa que se recomiende solicitar una copia en lugar del original.
Esto también es muy útil a la hora de poder compartir entre instituciones el material para difundirlo, como fue el caso de la exposición "El gabinete fotográfico de B. Velarde 1878/1903".
La exposición ya no está en el inmueble, pero puede verse una muestra y la historia más detallada en:
Por su parte el curador de las exposiciones en Casa Chihuahua David Alexis Esparza Román explicó la necesidad de combinar los objetos, con las imágenes y la tecnología actual para acercar al público y mantener su interés en las diversas áreas que conforman el acervo cultural disponible en ese espacio histórico.
La Fototeca del Centro INAH Chihuahua se localiza en el sótano de Casa Chihuahua, Centro de Patrimonio Cultural (C. Libertad 901, Zona Centro, C.P.31000), está abierta los lunes a viernes de 8am a 4pm, teléfono 429 3300 ext. 11740.
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