Esta vez es divertido pensar en lo que la vida nos ofrece.

Hace unos días hicimos un viaje corto, por atender una serie de deuras, y en un parador de la carretera el camión se detuvo para comer porque su ruta es de las que atraviezan casi medio país. y Lllevaban más de seis horas sin una pausa.

En ese restaurante, había espacio lubre, una amplia banqueta con jardineras para que uno pueda relajarse. Y el encargado de la limpieza barría apenas un par de colillas de cigarro, algo de tierra y a si mascota. Una perra joven.

Mi compañero y yo optamos por no comer en el local y jugamos el tiempo de pausa con la perrita. . .Se me ocurrió comentar que podría ser agradable tenerla con losotros por lo alegre y fuerte que se veía. Me gustó tambien la combinación de sus colores. Y así quedó el comentario.

Ayer. Mientras comprábamos gas de un camión que suele recargar los tanques en casa. Dejamos abierta la puerta un rato, poco más que para sacar el tanque, pagar y volver a meterlo, cuando descubrimos que la teníamos compañía nueva. Ella.

Ahora tenemos la responsabilidad de eoncotrarle un hogar digno de la confianza que la vida nos dió al traerla directo a la casa siendo un ser tan pequeño (cabe en mi mano) y qie entró por su propia voluntad a mi espacio. Pasamos la tarde esperando que alguien preguntara por ella, pero nadie pareció preocuparse por su desaparición, y no tengo pensado etregarla a alguien que ni la buscan ni la describe bien en caso de pasar a preguntar. Y lo digo porque unas niñas trataron de engañarme fingiendo que era suya pero ni siquiera supieron su color ni la caractarística de sus patas.

De momento la llamamos Quesa. Recordando a un personaje de la Casa Foster para amigos imaginarios. Porque llegó como ese tonto, hace un desastre, tiene hartos a todos los demás. Y sólo estará por un tiempo. (Me recuerda a cuando Bloo cree que es un alien, con la frase de "¡Yamevoy!¡Yamevoy!Yamevoy! que repite mientras corre por todas partes).

Lo más probable es que termine en un rancho. Pero por ahora está a salvo con nosotros, recordándonos cuando nuestra más consentida era de su edad.

Actualizando el dato.. Quesa se quedó en casa. Ahora es una más de la jauría y ha valido la pena porque tiene un fuerte carácter y eso ayuda a cuidar de todos.

1 comentarios:

Y la pequeña se quedó. Es ruidosa, bella, amorosa y decidida a no ser ignorada.

Es la más chica de los cinco de su jauría. Pero eso no le quita ser una mandona.


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