Hace unos meses recibí la invitación a otro evento en la Quinta Gameros.
No estaba de humor para salir, pero tampoco para quedarme en casa y mantener la rutina. Le di otro vistazo a la invitación y me encontré con una palabra interesante Paquimé, otra era la referente a un pueblo y unas artesanías que conocí hace años, cuando estudiaba antropología (no completé la maestría pero aprendí y disfruté mucho el año que estuve de estudiante) el pueblo de Mata Ortiz.
Platicaba de esa noche.
Si, al final me decidí. ¡Y fue una muy buena idea. Encontré por lo menos un rato recuerdos de cuando mi abuelo me hablaba de la gente del campo, de lo que cada persona puede aprender con solo caminar con ellos y escucharlos mientras buscan soluciones, o crean, o sueñan.
Cierto que como era presentación de un trabajo con rasgos de educación que encontró ayuda de PACMyC y primero tuvieron que dar explicaciones como las que aparecen en los enlaces que tengo en esta entrada del blog. Pero fue poco, o al menos se volvió poco en cuanto David Ortiz, el tatuador conocido como Shamuko comenzó a hablar.
Esto es un poco de lo que dijo, lo que alcancé a recuperar de lo grabado en mi celular.
Así que es muy grato pensar que se ha encontrado otra manera de mostrar lo que se siente al estar conectado con una historia que viene desde mucho antes que nuestra existencia, con los recuerdos que tenemos de esa tierra y de nuestra propia vida. De hecho justo cuando nos invitaron a pasar al jardín para ver las fotos de algunos de los tatuajes y saborear los frijoles (con sus respectivas tostadas), el agua el refresco y hasta el vino de costumbre. Me acerqué para pedir datos pues quiero hacerme un tatuaje con esos rasgos en memoria de lo que el abuelo me enseñó, pero también por todos estos años que he vivido y disfrutado el norte de México, los contrastes del clima, lo violento de algunas situaciones y lo maravillo de su hospitalidad. Media vida llevó en esta región según el calendario y creo que sería un relato interesante para cuando mi memoria falle que los enfermeros y los parientes me pregunten qué significa ese dibujo en mi piel.
Una historia en otra historia.
Por cierto.
No se me olvida que recibí un aparta hojas con uno de los diseños. Señal de que el libro con esas experiencias ha de salir. Y estaré esperando que la tinta toque otra textura. Pues realmente vale la pena.